Simplemente, gracias.

Sinceramente, no sé qué escribir, únicamente me viene a la cabeza una palabra. Gracias. Gracias a todos, por demostrar que aunque somos pequeños, somos fuertes. Gracias a todas y cada una de las personas que han estado ahí, día a día. Gracias a Eduardo Alcaide, porque aunque no participe excesivamente, está ahí siempre, a Beatriz y Nerea, porque demuestran que con pocas palabras se mueven mundos, a Guillermo, por sus formas y sonrisas, a Fleta, por divertirnos constantemente con sus bromas y tonterías, a Paula Bachiller y a Malú, por sus risas, las cuales resuenan siempre en nuestro aula, a Javi, por su curiosidad, a Marta y a Esther, nuestras pequeñajas, a Raquel, porque su timidez la hace grande, a Gracia, porque dice ser tonto y me da a mi que es más inteligente que muchos de nosotros, a Patricia, Paula Martín y Paula Moreno, porque con sus vídeos, sus risas y sus vergüenzas nos alegran las mañanas, a Álvaro y David, que están ahí siempre y nunca nos fallan, a Erick y a Héctor, que aunque a penas hablen, tienen mucho que decir, a Jorge y a Adrián, nuestros deportistas internacionales, a Sergio Sánchez, que aunque a veces se enfade, en el fondo, es de las mejores personas que puedas encontrar, a Lucía, que demuestra que hay que conocer a las personas para luego juzgarlas, a Rafa, nuestro experto en ordenadores, a Yagüe, nuestro malote particular, a Paco, nuestro heavy favorito, a Alberto, un genio único y, por último, pero no menos importante, a Alfonso, que con sus vaciladas nos tumba a todos.

A vosotros, que habéis demostrado que cuando se quiere se puede, a todos, sin olvidar ninguno, gracias.